En 2020 nuestro planeta tenía, según datos de la FAO, 768 millones de personas subnutridas, aproximadamente un 10 % de la población mundial. El cambio climático y la pandemia de la covid-19 han agravado esta situación.
El cambio climático afecta al rendimiento agrícola según el cultivo y la región. El aumento de las temperaturas globales ha provocado una reducción de la productividad agrícola. Pero además, la relación entre producción alimentaria y cambio climático también se da de forma inversa. La intensificación agrícola genera un daño ambiental serio. Algunas de sus manifestaciones son la deforestación de las tierras de pastoreo, la contaminación por pesticidas y la liberación de gases de efecto invernadero.
Sigue leyendo en el artículo de Ángeles Sánchez Díez y Gemma Durán Romero publicado en The Conversation